(Desde Mala Postura hasta Hernias Cervicales)
El dolor cervical, o dolor de cuello, es una de las molestias musculoesqueléticas más comunes en la actualidad. Pasar horas frente al celular, la computadora o manejar por largos periodos puede generar tensión muscular, rigidez y limitación en el movimiento.
Pero más allá de ser una simple molestia, el dolor cervical puede ser la señal de un problema más profundo, como una hernia de disco, artrosis o una compresión nerviosa.
En este artículo te explicaremos qué causa el dolor cervical, cuándo preocuparte, cómo prevenirlo y cómo la fisioterapia puede ayudarte a resolverlo de raíz.
¿Qué es el dolor cervical?
La cervicalgia se refiere al dolor localizado en la zona posterior del cuello, que puede extenderse hacia los hombros, la cabeza o incluso los brazos.
Este dolor puede variar desde una ligera rigidez al despertar hasta una dolencia intensa que limita el movimiento de la cabeza o causa mareos.
Se estima que más del 60% de los adultos experimentan al menos un episodio de dolor cervical al año, y el número va en aumento debido al estilo de vida sedentario y el uso prolongado de dispositivos electrónicos.
Principales causas del dolor cervical
El cuello está formado por 7 vértebras cervicales, músculos, ligamentos, discos y nervios que trabajan de forma coordinada. Cualquier alteración en esta estructura puede generar dolor.
Las causas más frecuentes son:
- Mala postura: pasar muchas horas con la cabeza inclinada hacia adelante (por ejemplo, mirando el celular o la computadora).
- Tensión muscular y estrés: el estrés emocional se traduce en contracturas en trapecios, cuello y espalda alta.
- Hernias o protrusiones cervicales: cuando un disco intervertebral se desplaza y comprime un nervio.
- Artrosis cervical: el desgaste natural de las articulaciones con la edad.
- Traumatismos o latigazo cervical: común en accidentes automovilísticos o caídas.
- Dormir en una mala posición: o con almohadas inadecuadas.
Síntomas más comunes
El dolor cervical puede presentarse de distintas formas, dependiendo de la causa. Algunos síntomas frecuentes son:
- Rigidez o dolor al girar el cuello.
- Dolor que se irradia hacia los hombros o brazos.
- Dolor de cabeza tensional, especialmente en la nuca.
- Hormigueo o adormecimiento en brazos o manos.
- Sensación de mareo o inestabilidad (por tensión muscular o compresión nerviosa).
Si presentas dolor acompañado de pérdida de fuerza en brazos o manos, visión borrosa o dolor que no mejora en más de 7 días, es importante acudir con un fisioterapeuta especializado para una valoración completa.
Dolor cervical por mala postura
La causa más común hoy en día es el síndrome de la cabeza adelantada, típico de quienes pasan muchas horas frente a pantallas.
Cada centímetro que la cabeza se adelanta aumenta el peso sobre el cuello en casi 5 kg adicionales, generando sobrecarga constante en los músculos cervicales y trapecios.
Con el tiempo, esta postura puede provocar contracturas crónicas, rigidez matutina y dolor que sube hacia la cabeza.
La buena noticia es que la fisioterapia puede revertir estos cambios posturales mediante ejercicios correctivos, estiramientos y reeducación del movimiento.
Hernias cervicales: cuando el dolor baja hacia el brazo
Cuando un disco intervertebral se daña o se desplaza, puede comprimir las raíces nerviosas cervicales.
Esto causa dolor que se irradia desde el cuello hasta el hombro, brazo o mano, a veces acompañado de hormigueo, debilidad o sensación eléctrica.
Las hernias cervicales no siempre requieren cirugía. En la mayoría de los casos, con un programa fisioterapéutico adecuado es posible reducir la inflamación, liberar el nervio y recuperar la movilidad sin intervención quirúrgica.
Cómo la fisioterapia ayuda a aliviar el dolor cervical
El tratamiento depende del origen del dolor, pero un programa bien diseñado puede incluir:
- Terapia manual: para liberar contracturas y restaurar movilidad articular.
- Electroterapia o calor profundo: para reducir dolor y espasmos.
- Ejercicios de fortalecimiento postural: centrados en hombros, espalda alta y cuello.
- Educación ergonómica: aprender a usar pantallas, sillas y almohadas adecuadas.
- Ejercicios de movilidad y respiración: para reducir tensión y estrés muscular.
El objetivo de la fisioterapia no es solo aliviar el dolor, sino corregir la causa y prevenir futuras recaídas.
Prevención: pequeños hábitos que marcan la diferencia
- Ajusta la altura de tu pantalla al nivel de los ojos.
- Usa una silla ergonómica con soporte lumbar y cervical.
- Haz pausas activas cada 45–60 minutos.
- Evita dormir boca abajo.
- Realiza ejercicios suaves de estiramiento cervical diario.
Estos simples cambios pueden reducir más del 70% de los episodios de dolor cervical recurrente.
En resumen
El dolor de cuello no debe verse como algo “normal”. Puede ser una señal de estrés, mala postura o incluso de una lesión nerviosa.
Un diagnóstico profesional y un tratamiento fisioterapéutico personalizado pueden ayudarte a recuperar movilidad, eliminar el dolor y mejorar tu calidad de vida.
En Clínica Symmetria, abordamos el dolor cervical desde la raíz, combinando tecnología, terapia manual y ejercicio terapéutico para lograr resultados duraderos.
Lic. en Fisioterapia Gilberto Joshua Macías Bautista
Director de Clínica Symmetria
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